ARIEL DÁVILA Y CHRISTINA RUF, DOS INCLASIFICABLES - Entre la realidad y la ficción
de Gabriel Ábalos, el miércoles, 12 de octubre de 2011, 20:08
Por Gabriel Ábalos
“Somos Ariel Dávila y Christina Ruf, hacemos BiNeural MonoKultur, un nombre extravagante para decir que tenemos dos neuronas y que somos una sola cultura. Pensamos que era genial el nombre y fácil, pero hemos comprobado que no funciona en ningún país: todo el mundo lo escribe mal o no lo comprende”. Así se auto presenta, con un toque de humor, esta pareja de artistas, Ariel de Córdoba, Argentina y Christina de Baviera, Alemania, cuyo proyecto escénico de extraño nombre está dirigido a investigar formatos artísticos y a experimentar con el cruce de diversas disciplinas.
La ficción como documento
“Trabajamos con científicos, con historiadores, con artistas plásticos, con músicos”, explica Ariel Dávila. “También nos interesa trabajar con nuevas tecnologías, en espacios no convencionales. Y en los límites entre realidad y ficción. Últimamente la realidad se ha ficcionalizado mucho, si uno mira las noticias de los diarios, los discursos políticos... A la vez, creo que hay una tendencia del arte a hacerse más cargo de la realidad, está asumiendo un discurso más documental, está tratando de dar cuenta de lo que nos pasa como sociedad.”
Uno de los trabajos que más satisfacciones les ha dado es el Audiotour Ficcional, formato pensado para un solo espectador con sus auriculares y una grabación que lo guía, desplazándose por la ciudad real enfundado en un relato ficcional. Es un trabajo para un espectador cada diez minutos, en festivales a veces con una sucesión de espectadores a lo largo del día. “Se trata de cambiar la percepción cotidiana de la ciudad –dice Christina-, en base a hechos urbanos reales, a historias, leyendas, todo producto de una investigación, que hemos hecho en diversas ciudades, dos en Argentina y siete en Brasil. Siempre con un giro a la ficción. Trabajamos con actores de cada ciudad y con Guillermo Ceballos, que es el músico estable de todas las puestas, y crea una banda sonora basada en los sonidos de cada ciudad.”
Toneladas de agrotóxicos
El proyecto Error: un Juego con Tradición, surgió para una convocatoria del Instituto Goethe. “La dramaturgia de la obra –relata Ariel- se montó en base al juego de El Estanciero, ese juego capitalista criollo por excelencia. En este juego que se llama Error también se van comprando provincias, así como plantas de agroquímicos. Trabajamos con Hernán Rossi, que es actor y licenciado en Genética, con María Laura Gallo, actriz y activista de Paren de Fumigar y Vecinos Autoconvocados, y con la actriz Gabriela Aguirre. Ahí nos fuimos de lleno a la temática de la soja transgénica. Investigamos mucho, también nos espantamos mucho al conocer las toneladas de agrotóxicos que se están usando... El genetista y la activista juegan de verdad y van cayendo en escenas diversas”. Christina agrega que las escenas sorteadas “pueden ser una conferencia, una telenovela, un fragmento autobiográfico… O una publicidad de Monsanto. Durante todo el proceso buscamos la forma de que, dada su temática, la obra no sea un bajón total en escena, por lo que decidimos tomarla de un modo lúdico y también como una sátira, con humor.”
Migraciones virtuales
El trabajo más reciente de BiNeural se llama Homo Migrator.www y fue presentado en el marco del Festival de Teatro del Mercosur. “Forma parte de un proyecto que se llama Virtual Performance –relata Christina Ruf -, un laboratorio para teatro virtual que iniciamos en 2008 con Meret Kiderlen de Alemania y Carolina Defossé de Buenos Aires. Empezamos a pensar qué ocurría con un hecho escénico transmitido por ese medio que es la videoconferencia. Uno cuando “skypea” con alguien arma en cierto sentido una escena, entonces nos empezó a interesar ese formato. Salieron varios experimentos y luego se convirtieron en obras. Esta última obra la empezamos a elaborar en 2010 en una residencia creativa en Nau Côclea, Cataluña, y al final hicimos un ensayo abierto del trabajo. Luego fuimos a Lisboa, a un evento de performers donde mostramos ese trabajo en una versión preview.”
Homo Migrator invita a artistas de cuatro escenas: un vasco que vive en Sao Paulo, una directora argentina de teatro en Madrid, un titiritero de Berlín y dos actores y una actriz de Bogotá. La presencia de esos y esas artistas es virtual en la puesta, a través de Skype, en tiempo real y con la posibilidad de interactuar con el público, al que ellos pueden a su vez ver y oír.
Algunos de ellos son migrantes y el trabajo integra sus vivencias de comunicación virtual con la familia distante, o aborda temáticas de identidad o identidades falsas que a través de máscaras se pueden construir en la comunicación virtual; o la sustitución de los humanos por títeres que a través de la videollamada dan su versión de los exilios, las pertenencias, las diferencias. El mismo tema reaparece en el caso de los artistas bogotanos, que son los únicos miembros que residen en Colombia de una familia que ha migrado masivamente a Nueva York.
“Esta semana nos vamos a Madrid, a una residencia en Matadero, para continuar el desarrollo de esta serie de las Virtual Performances, esta idea de Internet y video conferencia pero con inmigrantes en España, en relación a sus familias que están lejos. Explorar si la tecnología pueden ser una muleta de la ausencia, o qué relación tiene con nuestras vidas cotidianas, porque sigue habiendo prejuicios en relación al arte y la tecnología. También estamos acostumbrados a ser inclasificables –subraya Ariel-, a que nos pregunten: ¿pero ustedes qué hacen, teatro, arte visual, performance…? La verdad nos gusta esos intersticios entre las disciplinas, somos curiosos e inquietos, y por ahí vamos”.
(Publicada en Diario Alfil, Córdoba, miércoles 12 de Octubre de 2011)
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